jueves, 11 de abril de 2013

NO POR MUCHO MADRUGAR...

De un tiempo a esta parte parece que no llego nunca a tiempo. El tiempo es un mago que sin querer ofrecernos una buena actuación nos deja con la performance a medio terminar. "¡Hija mía! A quien madruga, Dios le ayuda" y con esa filípica de mi yaya, me hice con una buena reputación de buena pagadora con el tiempo. 
Era la primera en la cola de la escuela, fui la primera mujer de mi pueblo en ganar el concurso anual de inmovilizar en tiempo record a un cochino cuando era época de matanza. De todas mis hermanas me casé la primera y también me preñé antes que ninguna. De todas, fui la primera en terminar la Universidad y la primera en fundar un club de amas de casa por Internet. También la primera en divorciarse, y en hacer un crucero de singles cuando nadie sabía qué era ser un single.
Pero eso era antes. Ahora llevo una época en tiempo muerto y es que, cuando estás en la tumba,  te das cuenta de que, al fin y al cabo, NO POR MUCHO MADRUGAR...AMANECE MÁS TEMPRANO.

Divertimento creativo para encontrar una explicación a este refrán. En breve, os deleitaré con otro cuentecillo refranero. Espero que lo hayáis disfrutado.

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